Según cifras de la NASA, un 11% de los estadounidenses cree que el viaje a la Luna fue un fraude.  Esta cifra se dispara en el resto del mundo.

Los teóricos de la conspiración nos cuentan una alucinante historia de fotografías retocadas, alunizajes falsos, presuntas rocas lunares que jamás han salido de la Tierra y astronautas programados psicológicamente para mantener la impostura.  Para ellos todo es fruto de un desesperado intento de evitar el desastre que hubiese supuesto la derrota estadounidense en la carrera espacial.

El presunto fraude lunar es un elemento muy presente en la cultura popular norteamericana, que aparece incluso en guiones cinematográficos como los de: “Los diamantes son para siempre” (1971) y “Capricornio I” (1978). Seguir leyendo